Descubre la Razón por la que Uruguay “Eliminó” la Semana Santa”.
Written by Eduardo Cuevas on 29 marzo, 2024
Uruguay, desde hace más de un siglo, se ha destacado como el único país en Latinoamérica que ha “eliminado” la celebración de la Semana Santa de sus festivos y calendarios bajo una ley específica. Esta peculiar decisión tiene sus raíces en un proceso de secularización que se remonta a 1919, cuando el país sudamericano optó por separar los feriados religiosos de sus connotaciones religiosas y transformarlos en celebraciones laicas.
En el marco de esta secularización, Uruguay decidió despojar a las festividades cristianas de su carácter religioso y redefinirlas bajo un enfoque más inclusivo y civil. Así, la Navidad pasó a ser conocida como “El Día de la Familia”, el Día de Reyes se convirtió en “El Día de los Niños”, y la Semana Santa fue reemplazada por “La Semana del Turismo”, entre otros cambios.
Esta transformación fue respaldada por una visión sociológica que consideraba las prácticas religiosas como expresiones folklóricas o supersticiones, lo que contribuyó a la consolidación de una comunidad que se percibía a sí misma como no religiosa. Con la aprobación de una nueva Constitución en 1919, Uruguay garantizó la libertad de culto y marcó oficialmente el inicio de esta separación entre el Estado y la iglesia, dando paso a una serie de reformas que culminaron en la pérdida de festividades religiosas en el calendario oficial.
En lugar de la Semana Santa, los uruguayos celebran la Semana del Turismo como una época de descanso y convivencia familiar. Durante esta semana, se llevan a cabo diversas festividades y tradiciones en todo el país. Por ejemplo, en Montevideo, se destaca la Semana Criolla, un evento que incluye espectáculos de jinetes demostrando su habilidad sobre caballos salvajes. En Paysandú, se celebra la Semana de la Cerveza, con actividades gastronómicas y artesanales.
Además de Uruguay, existen otros países en el mundo que no celebran la Semana Santa debido a sus distintas creencias religiosas. Entre ellos se encuentran Japón, Corea del Sur, China, Mongolia, Usbekistán, Kazajistán, Vietnam y Ghana, donde las celebraciones religiosas son escasas o inexistentes debido a la predominancia de otras religiones como el budismo, el islam o el confucionismo.